viernes, 30 de junio de 2017

Guarderías contra la desigualdad

¿Qué se puede hacer para reducir la creciente desigualdad en la distribución de la renta? Como medida a largo plazo la literatura económica es contundente: no hay inversión con un mayor impacto para mejorar la igualdad de oportunidades y reducir la desigualdad que la educación en primera infancia (de 0 a 3 años) de los niños de familias con renta reducida. Es decir, garantizar el derecho al uso de guarderías para las familias más desfavorecidas. ¿Por qué? Primero, mejora la educación de los niños de familias desfavorecidas, algo que redunda en el acceso futuro a mejores puestos de trabajo con mayores ingresos. Segundo, facilita la conciliación de la vida familiar y laboral permitiendo que los padres (especialmente las mujeres) no se vean obligados a elegir entre su carrera profesional o el cuidado de sus hijos, al carecer de fondos suficientes para pagar guarderías privadas. Y tercero, fomenta el incremento de la natalidad, lo que a largo plazo contribuirá a pagar las pensiones. El ciudadano con bajos ingresos necesita guarderías públicas para seguir trabajando una vez tiene un hijo y no deducciones en el IRPF que de nada sirven.